Cerveza tipo lager, estilo viena y de temporada,
etiquetada como “cerveza de invierno”, con abundante espuma, beis
claro y ligeramente cremosa, que disipa lentamente hasta quedar una
pequeña capa con una buena corona muy persistente. Cuerpo medio, de
color cobrizo, transparente, con mucha burbuja pequeña. El aroma no
es muy intenso, cosa rara en este estilo, y en él destacan notas de
malta y, sobre todo, de caramelo. El sabor sí es intenso, y de nuevo
destacan las notas de una buena malta y de caramelo, a los que hay
que añadir un interesante amargor con notas de hierbas. El final es
amargo, ligeramente seco, de entrada es casi un shock dulce, pero
poco a poco se diluye para dejar que se expanda ese lúpulo herbáceo
con bastante intensidad, permaneciendo largo rato en el paladar. 5,4%
de alcohol, aunque por sus intensas notas dulces, parece que tenga
bastante más.
Suelo recomendar las viena en copa ancha, para apreciar más
su aroma, pero en esta cerveza no destaca demasiado, por tanto, mejor
un vaso ancho, ligeramente fría, para disfrutar plenamente de su
sabor en tragos cortos.
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