Fabricada por la popular
cervecera sueca Krönleins Bryggeri para la conocida
multinacional de los muebles en kit, es una pale lager con
poca espuma, blanco mate y ligeramente esponjosa, que disipa rápido
hasta quedar una pequeña cantidad en la superficie, con algunos
claros. Cuerpo ligero, de color dorado oscuro, translúcida y con muy
poca burbuja muy fina. Poco aroma en el que destacan malta y
cereales. El sabor es lo mismo, al que hay que añadir una ligera
acidez cítrica y un regusto de lúpulo amargo que, por momentos,
recuerda a una pilsener. El final es largo y es una mezcla de
todo lo dicho antes, dulzor de malta, acidez cítrica y amargor del
lúpulo, aderezado por notas metálicas. Es refrescante, y su poco
alcohol, 4,7%, ayuda a ello. Lo mejor de la botella es, sin duda, la
chapa, con un dibujo de un abrebotellas con un asterisco al lado, y
al buscar el asterisco, pone, traducido, 'no incluido'.
Servir muy fría en jarra
o vaso ancho. Tampoco le iría mal, para amplificar la sensación
refrescante, un vaso de tubo.
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