Cerveza tipo dunkel con muy poca
espuma, beis intenso y esponjosa, que se disipa muy rápido hasta
apenas quedar unos pequeños islotes flotantes. Cuerpo medio,
precioso color granate claro, translúcida pero limpia y con poca
burbuja, muy pequeña. El aroma, muy agradable, es malta tostada y
caramelo de café. El sabor, no muy intenso, es exactamente lo mismo
que el aroma, al que hay que añadir un lúpulo algo dulce y
persistente. El final es la continuación de ese lúpulo dulzón, que
se mantiene largo rato en boca, acompañado de recuerdos de la malta
tostada y de café, ahora con sensación algo terrosa. Refrescante,
aún siendo una cerveza negra, y con poco alcohol, 4,5%.
La botella tiene la medida de una
pinta, por tanto, ¿por qué no servirla en vaso de pinta? También
va bien en jarra o vaso ancho. Servir fría.
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