La cerveza de Ibiza, con una lata
en forma de botella con decorado muy hippy y setentero, aunque con
cebada local, se envía a fabricar a Alemania porque la productora no
tiene fábrica.
Es una cerveza tipo ale rubia con
poca espuma, blanca y esponjosa, que se disipa hasta quedar una capa
fina. Cuerpo ligero, casi acuoso, de color dorado claro, transparente
y con mucha burbuja grande y viva. Poco aroma en el que se puede
destacar una intensa miel sobre un pequeño regusto de maltas y
hierbas. El sabor es lo mismo, destacando la miel sobre la malta y
sobre el lúpulo, con lo que queda ligeramente descompensada. El
final es seco y dulce, destacando de nuevo la miel, para dejar un
rastro herbáceo, con algunas notas ligeramente amargas, que se
diluye pronto. 4,8% de alcohol.
Servir fría en copa, aunque con
el frío perderemos bastante aroma, la copa nos permitirá tenerlo
mínimamente presente.
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