El nombre hace referencia a una leyenda del Quebec que versa sobre la disputa entre unos leñadores en una canoa voladora y el mismísimo diablo, pero en lo que a nosotros nos interesa, es un cerveza tipo strong ale al más puro estilo belga, con muy poca espuma de color blanco amarillento, que se disipa rápidamente en su totalidad. Cuerpo medio, de color marrón oscuro tipo café natural, bastante turbia con posos de levadura flotando y una carbonatación bastante fuerte y que influye, quizás excesivamente, en el sabor. Aroma no muy intenso con notas de caramelo tostado y frutas. El sabor está muy bien balanceado con notas dulces de caramelo y fruta, sobre todo plátano, naranja y algo de frutas del bosque, con notas amargas de un buen lúpulo y notas picantes de especias. El final es menos balanceado, destacando las notas picantes y, sobre todo las dulces, acentuando un poco su 8% de alcohol, lo que casi le da un aire de licor.
Para degustarla, mejor en un un copa tipo cáliz o copa ancha, y no servirla excesivamente fría.
Para degustarla, mejor en un un copa tipo cáliz o copa ancha, y no servirla excesivamente fría.
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