Siguiendo la tradición de las cervezas checas, estamos ante una pilsener con no excesivo alcoholo para este tipo de cervezas, 5º. Su espuma, blanca, es muy abundante aunque se disipa con bastante rapidez, y su aroma es ligeramente dulce con muchas notas de malta. El color es dorado claro, su cuerpo es entre ligero y medio, con bastante carbonatación que deja una sensación picante y un poco metálica en el paladar, y con burbuja grande, a veces da sensación de agua mineral con gas. En el sabor destaca la malta, que le da un toque algo dulce, pero también el lúpulo, que le da ese amargor característico de las pilsener, amargor que permanece un rato al final.
Es mortal de necesidad tener un puñado de estas frías en pleno verano. Buenísima como aperitivo. Ah! Un 10 por el Blog ;D
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