Para llevar en el nombre la etiqueta de "agua", la verdad es que esta cerveza canadiense, aunque con estilo totalmente belga, de Unibroue, nos salió un tanto peleona con su 7,7% de alcohol, lo que está muy bien si tenemos en cuenta que es una abadía triple.
Casi no tiene espuma, como corresponde a este tipo de cerveza, y la muy poca que tiene, blanco-arenoso, se disipa al instante. Cuerpo compacto de color dorado-cobrizo muy turbio y con mucha sedimentación y una buena carbonatación. El aroma, intenso, es muy dulce y muy afrutado. El sabor, muy complejo, es también dulce y afrutado, con muchas notas de caramelo y cereales tostados, y como contrapunto tiene un lúpulo muy vigoroso que le da un amargor muy equilibrado con todas las sensaciones dulces. El final es dulce, recordando a un licor de frutas, y duradero.
Se sirve en copa de globo grande o en copa tipo cáliz.
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