Puede gustar o no, aunque la tónica general sea que sí; puede ser mejor o peor que otras (aun recuerdo cuando Carlsberg hacía las campañas publicitarias en las que decían que probablemente eran la mejor cerveza del mundo...), pero la Urquell es la cerveza en la que que basan todas las pilsener, todas la imitan o copian.
Fabricada desde 1842, es una pilsener ( en honor a su ciudad, Pilsen) de 4,4% de alcohol, con un color dorado, con no demasiada espuma y un cuerpo medio, pero aún así gustosa como cerveza fresca por estar bien equilibrada en cuanto al gas. Su sabor tiene desde matices florales hasta el amargor del lúpulo, amargor que permanece después del sorbo. Sin duda es una cerveza que no deja indiferente.
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