Aún no siendo la más alta de la gama, ese privilegio es el de la 10, esta trapista auténtica, que aquí vamos a encasillar como abadía, es una cerveza excepcional.
Abundante espuma de color crema en la que es fácil ver sedimentos marrón oscuro y que es bastante duradera. Cuerpo redondo de color marrón oscuro, casi opaco por la abundante levadura que hay flotando, pues es una cerveza sin filtrar. Carbonatación muy equilibrada. El aroma es dulce, muy afrutado y con muchas notas de malta. El sabor es muy complejo, tiene mucho de afrutado y de caramelo, notándose el azúcar que lleva entre sus ingredientes, también tiene notas de malta tostada y de licor, este licor está remarcado por su alto contenido alcohólico, 9,2º. El final es seco y bastante alcohólico.
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