viernes, 28 de marzo de 2008

Legado de Yuste


Dice la publicidad que se hace así en la comarca del célebre monasterio donde se retiró Carlos V y que da nombre a la cerveza, desde que hace casi 500 años la empezaron a elaborar los “Maestros Cerveceros de Flandes” traídos por el citado rey.

Si hablamos de un monasterio y hablamos de maestros flamencos, lo esperable es este tipo de cerveza, una cerveza tipo abadía, de un color marrón claro tirando a ámbar, con 6,5º de alcohol y un cuerpo medio. Espuma abundante que se disipa pronto y correcta carbonatación. El aroma y el sabor son dulces, con muchas notas de malta, aunque por momentos tiene posos de lúpulo agrío. El regusto es seco y deja una sensación fuerte de alcohol.

2 comentarios:

  1. He probado bastante esta cerveza, la verdad: me he llevado un chasco. Quizá esperaba demasiado. He de reconocer que me esperaba algo del tipo "abadia belga". Un punto a su favor es que para estar elaborada en España está bastante buena. Me sorprendio cuando la vi por primera vez, por eso decidi comprarla. Tiene una calidad aceptable, pero no alcanza ni de broma a las auténticas cervezas de abadía. Un saludo

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  2. Quizá estemos asistiendo a una estrategia comercial ya que es dudosa la herencia de los Maestros Cerveceros de Flandes, así como su teoricamente cuidada fabricación, que será semejante a la de cualquier otra cerveza de la embotelladora.

    Desconozco si Heineken además de en Sevilla posee embotelladoras en otros lugares pero se advierte que la cebada es de Cáceres. También tiene azucar líquido que supongo que ayuda al sabor y a la fermentación... y estabilizantes E-450. No se si las belgas estan sujetas a estas leyes, y costumbres pero en sus etiquetas no leo nada de esto.

    Es muy seca y algo amarga pero no está mal, desde luego yo también quedo algo decepcionado tras haber degustado una "Legado de Yuste".

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